Tecelana Blog
Flecos de gaita, ¿qué material elegir?
PRIMAVERA 2022
Cuando nos planteamos cambiar los farrapos o flecos de nuestra gaita surge una primera duda sobre qué material escoger. Entre los más empleados tenemos el lino, la lana de oveja, el algodón, el rayón, y multitud de mezclas y materiales sintéticos que aportan ventajas e inconvenientes. Hoy intentaremos echar un poco de luz para que internarse en el maravilloso mundo de los hilos sea una experiencia agradable. Vamos a hablar un poco de cada uno de ellos:
LINO
Con su elegancia, volumen medio, buena caída y movimiento el lino crea hermosos farrapos a los que se les une toda la tradición de milenios de uso por parte de la humanidad. El hilo proviene de una planta (Linum usitatissimum) que lleva siendo trabajada desde los albores de los tempos en Galicia y usada como material de confección textil tanto para ropa de abrigo como para realizar las más finas labores de artesanía. Ahora le damos nuevos usos y adornamos con sus hilos la música de nuestras gaitas.
El lino es un hilo resistente, que adquiere mayor volumen a medida que el mucho uso hace que las puntas se abran. Los farrapos realizados con este material acostumbran tener un peso en torno a 300 gr, el mayor que aconsejamos para que no cause molestias al tocar, aunque si estas aparecieran, pueden aliviarse solicitando una pieza de menor peso o añadiendo un ronquiño al ronco de la gaita.
En Tecelana trabajamos con un catálogo de más de 100 colores de lino, pudiendo ser monocromáticos, mezclar colores, teñir las puntas, o hacer líneas en la parte superior de adorno. El límite está en nuestra imaginación.
Los farrapos de lino se lavan a mano, con un detergente para prendas delicadas y sin dejarlos en remojo. Debe secar en posición vertical, evitando los rayos directos del sol. Siendo también recomendable buscar un lugar donde sople la brisa, para evitar que se acartone. Si no fuera posible, bastará con propiciar el movimiento de la pieza una vez esté seca.
LANA DE OVEJA
Amorosa, cálida, volumen máximo y poco peso. Si el lino fue usado desde los albores de la humanidad, la lana no se le queda atrás. Distintos fueron los animales (caprinos y ovinos) que, a lo lardo de los milenios, cedieron el pelo que los recubría para ayudarnos a vestir; más en Galicia los que mejor se adaptaron fueron las ovejas (ovis aries celtibericus) que aún hoy corren por los prados, dando la lana que nuestras abuelas hilaban en las noches de invierno.
Allí donde hay un farrapo de lana, sin duda llama la atención por su volumen; a pesar de tener menor peso que los farrapos de lino, pues quedan en torno a 200gr. Con el paso del tiempo y el uso, el farrapo de lana irá incrementando su volumen por la acción de las puntas abriéndose y también del propio material, más esponjoso.
En Tecelana disponemos de un catálogo de 60 colores en este material, para escoger aquel o aquellos que mejor combinen con los gustos de cada músico.
También podemos optar por teñir las puntas de la lana de otro color (siempre hacia un color más oscuro), mezclar lino y lana en el mismo farrapo, hacer pompones, etc. Nos encanta participar en proyectos novedosos y descubrir ideas y técnicas nuevas.
Para el lavado de los farrapos de lana recomendamos emplear agua fría con una pequeña dosis de amoníaco sin olor. Debe lavarse a mano, sin dejarlo en remojo, y dejando secar en posición vertical en un lugar donde no reciba los rayos del sol directamente. También es útil hacerlo en un lugar expuesto a la brisa, para que el movimiento evite que se acartone. Si esto último no fuera posible, bastará con propiciar el movimiento de la pieza después del secado.
Para los farrapos de lana es muy importante evitar el agua caliente, así como productos que contengan lejía.
ALGODÓN
Suave, resistente, con mucho cuerpo. El algodón es una fibra vegetal que proviene de un arbusto del género Gossypium, procedente de regiones tropicales y subtropicales. Sin duda es el material de confección más extendido del mundo desde los primeros cultivos en México hace 8.000 años, hasta su auge durante la Revolución Industrial.
Los farrapos de algodón tienen un peso aproximado de 300gr (similar al lino) pero el aspecto y tacto resulta más suave. Aunque su peso es similar, el movimiento que presentan los farrapos de algodón es menor que los de lino, presentando un bloque más compacto entre sí.
Los farrapos de algodón deben lavarse preferiblemente a mano, con un detergente para prendas delicadas y sin dejarlo en remojo. Debe secar en posición vertical, evitando los rayos directos del sol. Siendo también recomendable buscar un lugar donde sople la brisa, para evitar que se acartone. Si no fuera posible, bastará con propiciar el movimiento de la pieza una vez esté seca.
RAYÓN O VISCOSA
Ligeros, finos, sedosos, con mucho movimiento y buena caída. El rayón o viscosa es una fibra artificial fabricada a partir de la celulosa a través de una serie de tratamientos químicos para darle la apariencia de la seda, aunque con un coste mucho más bajo. Los farrapos de rayón son los que visten la mayoría de las gaitas ya que es un material muy vistoso y fácil de trabajar.
OTROS MATERIALES
Tantos como las estanterías de las tiendas de hilos nos proporcionen. Un paseo por estos sitios mágicos, colmados de posibilidades e ideas, llenos de colores y de texturas diferentes, de brillos y de matices, hasta encontrar esos pequeños tesoros que aguardaban expectantes un alma afín que reparare en ellos. Vienen de animales, de plantas, de mixturas alquímicas para transformarse entre los dedos y aprender a bailar y cantar al son que nuestra música les marca.
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Me encanta hablar de hilos... prueba en el email tecelana@tecelana.es o en el tlf 699 200 558.
Saludos!
Chelo L. Sarceda
www.tecelana.es